SANCHO III
ESCRIBIÓ
La santidad del abad y el recuerdo del valor guerrero de fray Diego, movieron a Sancho III a escribir lo siguiente en Almazán:
"Yo, el rey Don Sancho, por la gracia de Dios, hijo del ilustre emperador de las Españas de buena memoria, por inspiración divina, hago carta de donación y texto de escritura para siempre, valedero a Dios, y a la bienaventurada Virgen María, y a la Santa Congregación del Cister, y a vos dom Raimundo, abad de Santa María de Fitero, y a todos vuestros frailes, así presentes como futuros, de la villa que se llama Calatrava, para que la tengáis y poseáis, libre y pacífica, por juro de heredad, de ahora para siempre, y la defendáis de los paganos enemigos de la Cruz de Cristo, con su favor y nuestro... Fecha la carta en Almazán en el año 1158, en el mes de enero del año en que murió el famosísimo señor don Alfonso emperador de las Españas. Yo, el rey Don Sancho, rubrico y confirmo con mi propio sello esta carta, que yo mandé escribir."
Asegurada la defensa de Calatrava, Raimundo volvió a Fitero, y con su "Dios lo quiere" enardecido, regresó a la plaza al frente de veinte mil hombres —monjes, labradores y artesanos— a Ios cuales estableció en sus nuevos dominios entre campos y aldeas, alrededor de la fortaleza, convirtiendo en posición inexpugnable, lo que hasta entonces, había sido temor y angustia insuperables.
Con esto quedó trasladada la abadía de Fitero a Calatrava, aunque no quedó la primera vacía y abandonada, ya que el abad de Scala Dei, envió monjes para continuar la vida monacal, como hasta entonces, ejemplar y edificante.
Por Vicente García Villaraco Jiménez
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